Al final de su vida era por sus nietos, sus hijos, su familia por quienes segu?a luchando, por ellos soportaba el dolor y la lenta agon?a de una muerte parsimoniosa y oscura que lo fu? apagando como la llama de una vela agotada.
Igual que todos nosotros, cometi? grandes y muy graves errores de los cuales pidi? perd?n por algunos y se llev? a la tumba otros pero el resultado de todo lo que habia que sumar y restar termin? con saldo a su favor.
Supo preveerlo todo con la suficiente claridad para evitar la duda o la incertidumbre, dej? hijos formados, cre? bases s?lidas y todo lo ten?a debidamente cuadriculado, hasta su muerte; solo ped?a un poco mas de vida, para ver convertidos en realidad sue?os muy sencillos, sue?os que ten?an que ver con los frutos de lo que mas amaba, pero al conocer lo irretrasable de ese tiempo, acept? su destino con resignaci?n.
En su despedida tuvo lo que en serio o en broma siempre pidi?: el olvido de sus defectos, el recuerdo de sus virtudes, cantos, risas, llanto y uno que otro ataque de nervios y desmayos, la serena resignacion se mezcl? con el doloroso llanto de quienes lo quisieron mucho y en su memoria escribo ahora estas lineas.
Descansa en paz.